La mayoría de los españoles que trabajan por cuenta ajena, tienen la idea preconcebida de que un empresario es un señor (o señora) que: es dueño de una gran empresa, que conduce un BMW, que vive en la zona buena de la ciudad, que tiene mucho dinero en el banco y que no tiene escrúpulos cuando debe tomar la decisión de recortar la plantilla, y que incluso disfruta haciéndolo.
Pero la verdad es,